Nota de presa de UDeRM sobre la Escuela Infantil Gloria Fuertes

Ha pasado casi un año desde que el nuevo equipo de gobierno entró a ¿gestionar? los intereses de todos los ciudadanos alhameños. Y, sinceramente, el curso escolar se va a cerrar con un fracaso rotundo, difícil de superar en los exámenes de septiembre. Este grupo de personas unidas por la conveniencia de un sueldo (30.000 €/año), necesitan muchas adaptaciones curriculares para superar el curso presente y los que vienen.

En materia de Educación, la labor no puede ser más nefasta. Sin sala escolar ni comedor para el Colegio Ginés-Díaz San Cristobal; sin comenzar las obras de la 2ª línea del Colegio Ricardo Codorniú; sin intención ni proyecto de nuevo instituto…

En definitiva, un sinfín de despropósitos que culminan con la planificación de las obras de la Escuela Infantil Gloria Fuertes. Durante la época estival del año pasado se realizaron unas obras de mejora, que resultaron ser una chapuza en su desarrollo (sin dirección de obra, concejal de vacaciones, agosto sin trabajar, etc). El curso escolar comenzó con un mes de retraso, consecuencia de dichas obras.

No obstante, no contentos con tal ineptitud e inoperancia, observamos atónitos que en pleno desarrollo del curso, con los niños de 1 a 3 años en clase, se vienen realizando una serie de obras de envergadura. El concejal se descuelga diciendo que deben hacerse ahora, pues, hay que justificar la subvención concedida.

Señor concejal de Educación, vuelve a demostrar su incompetencia. Una solicitud de prórroga a la Administración Autonómica hubiera sobrado para posponer dichas obras a la época estival. No entiendo como siendo responsable en materia de educación, y sabiendo que debe anteponer la seguridad de los niños a los intereses, es capaz de ordenar la ejecución de un proyecto de obra tan susceptible de exigirle responsabilidades.

El panorama es el siguiente: el patio está inhabilitado con una valla; una gran pala se pasea por su interior (los niños se ha quedado sin poder disfrutar en su tiempo de ocio de su espacio más querido en la guardería); los alumnos tienen que entrar por la “puerta de atrás”; obras en aulas…

En definitiva han puesto la escuela patas arriba con los alumnos y maestros/as dentro, intentando éstos, continuar con su trabajo, aislándose de ruidos, desajustes y chapuzas de nuestros gobernantes. Al final, la falta de dedicación y capacidad, corresponde a padres, hijos y profesores asimilar tal despropósito, con el deseo de que no ocurra ninguna desgracia.

P.D. Resulta paradójico que durante las obras del verano pasado, cuando estaban casi terminadas, las maestras no podían entrar a la guardería ni para realizar las oportunas tutorías con los padres, y ahora TODO VALE (ENSEÑAR Y APRENDER CON PALA, PICO Y RUIDO INCLUIDO).