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08/05/2008

Francisco, Pedro y Salvador, víctimas de un atropello hace tres meses cuando hacían deporte en bicicleta, se fueron andando a Murcia al centro de rehabilitación para demostrarse a sí mismos su capacid

El jueves 17 de abril, una llamada al teléfono móvil de la redacción de Salvador Romero nos avisó que tanto él como dos chicos más, Fran y Pedro, habían decidido ir ese día a Murcia andando a un Centro de Rehabilitación. Al chico se le notaba nervioso, en la entrevista que tuve con ellos días después, descubrí que es su estado "natural", pero es que se encontraba andando, y a buen paso, a la altura de la escultura denominada Corteza, que se encuentra a la altura de la factoría de ElPozo Alimentación. Cogí el coche y la cámara y me fui para allá muy extrañada, ya que desconocía quién era y por qué iban andando hasta la capital de la Región.

Una vez llegué a su altura, al verles me di cuenta que eran los tres chicos que habían sido arrollados por un coche cerca de Los Molinos de Alhama cuando bajaban en bicicleta de la sierra, noticia que en su día, hace 3 meses, publicamos en este periódico. Les hice una foto a los tres mientras seguían caminando y quedé con ellos para que me visitaran en la redacción unos días después.

Ya en la oficina de Línea Local, supe el porqué de esta aventura, aunque sólo pudo venir Salvador. ya que los otros dos estaban en el oftalmólogo debido a las secuelas que le han quedado a Fran en un ojo por el accidente.

Francisco Yufera Cánovas, Salvador Romera Clares y Pedro García Carvajal han sufrido tres meses el infierno de recuperarse del accidente que tuvo lugar el 14 de enero cuando practicaban su deporte favorito, la bicicleta, y quieren rehabilitarse lo antes posible y "volver a hacer vida normal como antes, aunque aún nos quedan secuelas. Francisco está ahora en el oftalmólogo y Pedro lleva un collarín". Los tres están luchando con entereza y por eso ese día quisieron ir andando a Murcia al centro de rehabilitación llamado Centro Avance Rehabilitación. "El camino lo hicimos bien, pero al llegar teníamos dolores y ampollas en los pies, ya que no habíamos hecho preparación alguna", me cuenta Salvador.

"No queremos acomodarnos en la vida, queremos quedarnos como antes y seguir luchando y tirando para adelante. Además, después de la hazaña de ir a Murcia andando queremos hacer otras pero con la bicicleta", asegura con convicción.

Y es que el tesón es imprescindible en una rehabilitación tan dificil como la que ellos están llevando a cabo, y nosotros, desde estas páginas, queremos animarlos a que sigan así y, por supuesto, hacernos eco de cada paso de gigante que lleven a cabo.